¿Qué diferencia hay entre los extremistas histéricos de Miami que queman camisetas negras o trituran a martillazos discos de Juanes y aquellos nazis que prendieron fuego a casi 30 mil libros frente a la Biblioteca de la Universidad Humboldt, en Berlín?
Más bien lo que hay es similitudes. La primera, su apego a una misma doctrina: el fascismo. Y al mismo tiempo, su desprecio a la cultura, a toda manifestación por encima de las diferencias de cualquier índole. Sólo los alienta el odio.
El Nuevo Herald, como siempre, vocero de las peores causas, sobre todo aquellas que tengan que ver con Cuba, publica informaciones y comentarios a manos llenas, destacando las “acciones” contra la anunciada celebración del “concierto por la paz” del artista en La Habana, el 20 de septiembre.
Al popular y multipremiado Juanes lo catalogan de “traidor” por venir a cantar al pueblo cubano y al mundo desde la Plaza de la Revolución José Martí, junto a otros artistas latinoamericanos.
Y el puntillazo lo dio una mujer nombrada Hibia Couce, quien, siempre según el libelo miamense, colocó en el suelo una camisa negra, la roció con un líquido inflamable y le prendió fuego, exclamando con un orgullo que daría envidia al Führer y todo el Tercer Reich: ''Esto es lo que haremos con él, quemarlo por comunista, por traidor, por terrorista, por lamerle las botas a Fidel Castro''.
Sobran los comentarios.
sábado, agosto 15, 2009
Fascistas incendiarios en Miami
Publicado por Edda Diz Garcés, periodista en 5:49 p. m.
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