Mercaderes sin decoro

La enfermedad de Fidel, ya que inevitable, ha puesto en claro muchas cosas que sabíamos pero que a algunos en el mundo les faltaba reconocer.
Primero que todo, la solidez de la Revolución Cubana; la unidad del pueblo y de sus líderes, de los históricos y los de las nuevas generaciones. El país marcha hacia adelante, la gente trabaja, estudia, construye, desea la pronta recuperación de Fidel y sabe que cada logro, cada resultado, cada paso de avance, contribuirá también a que vuelva a estar físicamente entre nosotros, pero lo más importatne es que sus ideas jamás han dejado ni dejarán de estar presentes: eso es un hecho.
Segundo: nuestros enemigos se han quedado totalmente al descubierto, como mercaderes sin decoro, sin alma, sin pizca de sentimientos, elucubrando y echando a rodar mentiras,especualaciones que van desde situaciones internas inexistentes hasta partes ¿médicos? que nada tienen que ver con la verdad.
Lo que hacen confirma lo que dijo nuestro José Martí: Hay hombres que viven contentos aunque vivan sin decoro. (...)En el mundo ha de haber cierta cantidad de decoro, como ha de haber cierta cantidad de luz. Cuando hay muchos hombres sin decoro hay siempre otros que tienen en si el decoro de muchos hombres. Esos son los que se rebelan con fuerza terrible contra los que les roban a los pueblos su libertad, que es robarles a los hombres su decoro. En esos hombres van miles de hombres, va un pueblo entero, va la dignidad humana. ENTRE ESOS HOMBRE ESTARÁ FIDEL POR SIEMPRE.
Por eso los mercaderes sin decoro sueñan con su desaparición física, inventan, manipulan, tergiversan con vesania en busca de prevendas, pero como CRISTO a los mercaderes del templo, la Historia los expulsará de sus páginas y quedarán en los anales de la desvergüenza y la ignominia.