Las "preocupaciones" de Condoleezza

Los pueblos se rebelan contra la ignorancia,
la miseriay la dependencia política y económica.

Por EDDA DIZ GARCÉS

¿Los casi 100 millones de indigentes que viven en ciudades o en suburbios de América Latina, niños el 50% de ellos, no constituirán una preocupación para Condoleezza Rice?
¿Sufrirá por los cinco millones de colombianos que se van a la cama sin comer, según las cifras de la oficina en Colombia del Programa Mundial de Alimentos, de las Naciones Unidas?
¿A la hora de boicotear las elecciones en Haití, la Secretaria de Estado recordaría que el 80% de los 8 millones de haitianos está en la pobreza y que la expectativa de vida en ese país no llega a los 50 años?
¿Qué pensará la alabardera de Bush sobre los 17 millones de niños latinoamericanos que laboran en condiciones paupérrimas en las minas de América del Sur, que viven esclavizados como "trabajadores domésticos" en la mayoría de los países de la región o son explotados sexualmente?
Pues bien, nada de esto ni otras tristes realidades de nuestro continente le quitan el sueño a la señorita Rice, sin embargo está atormentada por el “peligro” que representan Venezuela y Cuba “para Latinoamérica y la democracia”, pero sobre todo está preocupada porque “constituyen un problema para Estados Unidos”.
El primer problema es el “mal” ejemplo que están dando estos dos países al mundo y en particular a esta área geográfica. Imagínense que están negados a adherirse al ALCA, ese engendro hegemónico que el imperio quiere imponer para devorar las economías latinoamericanas, mientras avanza el ALBA, la alternativa bolivariana integracionista cuyos frutos resultan indigestos para la Casa Blanca.
Además, es muy riesgoso que en la Isla no se hayan conformado con enseñar a leer y escribir a todos los cubanos y ahora también estén en eso los venezolanos, y se vayan sumando los bolivianos y así sucesivamente, diciendo con tremenda suficiencia “Yo Sí Puedo”, porque entonces ¿cómo van a seguir engañándolos y pasándoles gato por liebre?
No en vano la “diplomática” norteamericana dice que hay que parar esta sublevación contra la ignorancia y la dependencia, y busca aliados por todas partes, aunque su gobierno no necesita más de uno para declarar que ya tiene toda una “coalición” y hasta desatar una guerra “preventiva”.
¿Cómo puede Miss Rice entender que Cuba y Venezuela quieran formar a 150 mil médicos para América Latina y devolver la visión a 6 millones de latinoamericanos? ¿Qué será de este continente con tanta gente sana y educada, que después seguramente querrá luchar contra la miseria y quién sabe qué otras cosas?
Y para colmo de sus males, ni Venezuela ni Cuba van a ceder ni un tantico así ante sus amenazas. No habrá “frentes” como los anunciados por Condoleezza que puedan contra la decisión de los pueblos de ponerse en fila, para que no pase el gigante de las siete leguas, como alertó Martí.
Sinceramente, tiene razones la muy señorita para estar preocupada.